Una de las cosas que he heredado de mi madre es sin duda la pasión por la moda. En los años 60´s ella fue una de las mejores maniquís de Barcelona, relacionándose con gente que más adelante tendría una gran influencia en dicho sector como Francina Díaz, Marie-Ange Schmitt o Paco Flaqué.
Cuando mi hermano y yo cumplimos los 20, ambos quisimos probar suerte en este apasionante mundo del que tanto habíamos oído hablar en casa. Gracias a los contactos de mi madre (y a nuestra herencia genética, supongo), no nos fue difícil entrar. Mi hermano Christian trabajó mucho durante más de una década realizando anuncios, catálogos y desfiles. Yo en cambio trabajé mucho menos. Sin embargo, tuve la inmensa fortuna de lograr el sueño que todo modelo anhela: trabajar en televisión. Mi corta “carrera” como modelo acabó cuando fui descubierto para protagonizar el docu-reality “El Equipo G” para Antena 3. Dejé atrás los anuncios y las pasarelas para dedicarme de lleno a los medios audiovisuales. A día de hoy, como bien sabéis, sigo trabajando en un medio que me fascina y que me aporta muchas alegrías!
Gracias a algunas amistades, de vez en cuando me vuelvo a subir a una pasarela para desfilar como hice antaño. La última vez fue el pasado sábado para la prestigiosa firma nupcial Carlo Pignatelli, y todo gracias a mi amiga Xesca Vilallonga, quien desde hace varios años organiza los desfiles de novia/o ENTRECOSTURAS Ateliers Collections. En esta ocasión, los desfiles exclusivos de trajes de novia/o tuvieron lugar en The Secret Showroom, un fabuloso piso de amplias dimensiones en el que los modelos muestran las creaciones de los diferentes diseñadores y firmas desfilando por los diversos salones. No es la primera vez que desfilo en el marco de ENTRECOSTURAS Ateliers Collections; Hace dos años también tuve el placer de modelar para la firma Raimon Nuvis en los preciosos jardines del Palau Robert.
Por mucho que los años pasen, siempre me gustará volver a pisar una pasarela. Lo llevo en la sangre…

