Jean Paul Gaultier llevó en escena su último espectáculo de prêt-à-porter en el Le Grand Rex , un cine en el segundo distrito de París . «El fin de una era», anunció a principios de este mes que iba a dejar su colección prêt -à-porter para centrarse en la alta costura y en el negocio de los perfumes . Esta noche , al parecer todo París salió para conmemorar el momento . Se colapsaron los bloques alrededor del teatro, con cientos de personas que intentaban abrirse camino hacia dentro.
Allí nos encontramos con una escena a la altura de las expectativas, sirvieron champagne y cajas de palomitas de maíz , y los equipos de cámara persiguiendo a Catherine Deneuve en un Who is Who de los compañeros de diseño de Gaultier, entre ellos Alber Elbaz, Rick Owens, Jeremy Scott y Gareth Pugh . Arriba en el escenario no vimos un fashion show normal, no, tampoco allí encostramos nada normal. No es que nos esperábamos algo diferente. Acrobacias en la pista son como parte integral de ADN de JPG como gabardinas y corsés ; que ha tenido todo el mundo de Madonna a Dita Von Teese para Conchita Wurst en su pasarela. Se superó a sí mismo, poner en un desfile un juez interpretado por Rossy de Palma parodiando Madame de Fontenay , la ex presidenta del comité de belleza “Miss Francia”.
“Elección de la señorita Jean Paul Gaultier 2015”, como se le llamó el desfile, fue dividido en secciones que muestran la obra más famosa del diseñador , junto con algunos valores atípicos cuestionables . Los diamantes de imitación y dením devastado de la señorita Femme de Footballeur y los trajes de lucha libre mexicanos…
La sección de smoking para señorita , por su parte , demostró que Gaultier no ha perdido su toque cuando se trata de sastrería ; el hecho de que sus chaqueta cruzada / cocktail-dress sean tan normal ahora es un testimonio de lo revolucionario y subversivo que era su talento .
“Las chicas de – una – cierta – edad” que se tambaleaban sujetándose al brazo de un hombre con el torso desnudo fueron un recordatorio de las maneras que desafió no sólo en las pasarelas, sino también las actitudes dominantes que en el representa. Gaultier tampoco ha perdido su notorio sentido del humor.
Cuando llegó el momento de elegir un ganador, la competencia se redujo a Anna Cleveland y Coco Rocha, unos icónicos vestidos de corsé y brá. Coco ganó , pero Anna arrancó la corona para sí misma , y una lluvia de confeti dorados cayó!!
Es el fin de una era , pero Gaultier salió sonriendo como siempre lo hace . Y para los que se fueron con lágrimas en los ojos , siempre nos quedará París en enero , cuando se pone en escena su próximo show Couture.
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