Mi gran amigo Rafael de Marchena-Huyke me volvió a sorprender. Este marqués de origen colombiano pero afincado en la ciudad de Los Angeles desde hace varias décadas, decidió regalarme un fabuloso crucero por el Mediterráneo por mi cumpleaños. Como algunos bien sabéis, los cruceros son una de mis debilidades. Junto a mi madre y familia habré realizado unos 18 a lo largo de mi vida.
El pasado 26 de agosto me embarqué en el “Celebrity Equinox“, un gigantesco buque de última generación y tecnología punta que se convertiría en mi hogar durante las próximas dos semanas. El itinerario de nuestro viaje incluía algunas de las ciudades más importantes de la historia de la humanidad, capitales de los que antaño fueron los mayores imperios del viejo continente, como el romano o el griego.
Zarpamos desde Barcelona rumbo a Niza. Tras un día de sol y playa en la riviera francesa, visitamos Florencia, ciudad centenaria cuna del renacentismo. Al día siguiente tocaba visitar Roma, la ciudad eterna, un auténtico museo al aire libre. Maravillosa! Más adelante tocaría recalar en la costa amalfitana, incluyendo sendas visitas a los preciosos pueblos de Salerno y Positano.
Después de un día entero navegando, el barco hizo escala en la singular isla de Santorini. Como es costumbre, Rafael y yo ascendimos al pueblecito de Ischia montados en asnos. Una pequeña aventura que os recomiendo a todos! Y tras el día en la isla griega, era el turno de pisar tierras turcas. Con el barco anclado en la ciudad de Kusadasi, los visitantes tienen la opción de visitar las ruinas de Efeso, una de las mejor conservadas del mundo.
Al día siguiente llegamos a Atenas, cuna de una de las mayores y más importantes civilizaciones de la antigüedad. El Partenón de la Acrópolis siempre es una visita obligada cuando uno recala en la capital griega.
Tras otro día navegando por los mares Egeo y Adriático, el buque se adentró en el único fiordo del Mediterráneo para llegar hasta Kotor, Montenegro. Allí recorrimos las estrechas callejuelas de la ciudad amurallada y nos acercamos hasta el pueblo costero de Budva, que cuenta también con un gran atractivo turístico por sus playas y su pequeña ciudad medieval amurallada.
Y finalmente, después de haber recalado en 8 puertos de 5 países diferentes, el “Celebrity Equinox” llegó a su destino final, la maravillosa ciudad de Venecia. No sé qué tendrá Venecia que me tiene enamorado y fascinado. A pesar de haber estado en numerosas ocasiones, nunca me cansaré de volver a la ciudad de los canales. Pasear en góndola por sus canales y admirar la belleza única de sus Palazzos no tiene parangón.
En Venecia permanecimos 3 días. Sin duda, un broche de oro a un viaje maravilloso!

Despidiéndonos de
Barcelona y poniendo rumbo a
Villefranche sur Mer.

Este es el camarote en el que nos hospedamos durante nuestro crucero de dos semanas.

Voilà el paseo y la playa de
Niza con su característico mar turquesa y el legendario Hotel “
Le Negresco“.

Volviendo al “
Celebrity Equinox” después de un día en la playa en la Riviera Francesa.

Precioso el Duomo de
Florencia con sus fachadas recubiertas de mármol.

La cara oculta del “
David” de
Miguel Angel. 😉

De fondo el famoso
Ponte Vecchio de
Florencia.

Preciosa puesta de sol vista a través de la ventana del camarote.

Sede central de la iglesia católica, la imponente
Basílica de San Pedro.

Subiendo por las angostas escaleras para llegar a lo más alto de la cúpula de la
Basílica de San Pedro.

El esfuerzo de subir los 551 peldaños a pie tuvo su recompensa: unas espectaculares vistas sobre toda la ciudad de
Roma.

Bienvenidos a
Positano
Artesanía típica de la Costa Amalfitana.

Posando en uno de los pasillos del barco. (
Total look de
McGregor)

Vista panorámica de nuestro barco, el “
Celebrity Equinox“.

Subiendo a lo alto de
Santorini montado en asno!

Arquitectura típica de la zona.

Disfrutando del paseo en asno en la isla de Santorini.

Posando frente a las ruinas de la fachada de la biblioteca de
Efeso.

Aquí las ruinas del gigantesco anfiteatro de
Efeso que en su día llegó a albergar a 150.000 personas.

Posando junto a un salvavidas del “
Celebrity Equinox” en la explanada de hierba natural del barco.
Partenón de la
Acrópolis de
Atenas.
Selfie frente al Parlamento de
Grecia.

En las costas de
Montenegro, posando frente a la isla de , reconvertida en un hotel de lujo.

Pequeña capilla junto al mar en la ciudad medieval amurallada de
Budva.

Muro que rodea la ciudad de
Kotor.

Imagen del
Palazzo Ducale, el
Campanile y la
Basílica de San Marco tomada desde la cubierta del barco a nuestra llegada a
Venecia.

Durante nuestra estancia en
Venecia nos alojamos en el fabuloso
Hotel Danieli, una auténtica joya de la arquitectura veneciana.

Disfrutando del
brunch con música de fondo en el
Cafe Florian de la
Plaza San Marco.

Maravillosa vista desde lo alto del
Campanile de la
Plaza San Marco con el
Café Florian a la izquierda.

El
Gran Canal con el
Puente de Rialto al fondo, sin duda, una de mis vistas favoritas de
Venecia.

Posando sobre uno de los más de 400 puentes de
Venecia.

Durante el
Festival de Cine de Venecia, todos los grandes actores se alojan en el
Hotel Excelsior, situado en la isla de
Lido.

3 en 1:
Palazzo Ducale,
Campanile y
Basílica de San Marco.

Esto es lo último que veían los presos que eran conducidos a prisión cuando pasaban por el
Puente de los suspiros.

La última cena: unos deliciosos
spaghetti frutti di mare con el
Puente Rialto de fondo. ¿Qué más se puede pedir?